O Síndrome de Simão
En el síndrome de Simón nos encontramos con una persona que puede tener una adecuada madurez profesional (ama su trabajo, lo cuida lo cultiva, es un buen profesional, etc.), pero que no tiene madurez afectiva: no sabe que es el mundo sentimental, no sabe expresar sentimientos, no sabe que el amor es un trabajo de artesanía psicológica, desconoce que los sentimientos hay que trabajarlos con dedicación y esmero, porque si no se volatilizan. El inmaduro no sabe dar y ni recibir amor y sobre todo no sabe como mantenerlo…
En estas brumas de estas características del Simon, asoma, emerge, salta y se levanta huracanado, otro cuadro clínico que se desgaja de este y que remata la faena del siguiente modo: commiment panic syndrom, el síndrome del pánico a comprometerse con otra persona. Me decía un joven de 35 años que lleva saliendo dos años con una chica, de su mismo nivel social, que ella le había propuesto casarse, después de esos dos años de andadura y el respondió: “He tenido ansiedad, pellizco gástrico, dificultad respiratoria, pellizco en la tripa … y un gran miedo, porque yo creo, que no estoy preparado y que lo que quiero es seguir por el momento así, hasta que pase el tiempo, no me veo en condiciones adecuadas para dar un paso tan serio, no estoy preparado ….”.
Se han multiplicado los hombres que se adscriben a este terror al compromiso con otra persona, la sociedad actual, ha ido fabricando cada vez mas hombres inmaduros (que no mujeres), que viven centrados en sus trabajo, en sus amigos, salir y entrar, algo de cultura y pasarlo bien. Son los tiempos que corren. La mujer sabe mucho mas de los sentimientos que el hombre y quiere buscar un amor verdadero, autentico, para siempre… pero esto es lo que hay, el patio está de esta manera, se ha producido en los últimos tiempos lo que yo llamaría una cierta socialización de la inmadurez sentimental en el hombre, divertida y escandalosa, juguetona y dramática, banal y kafkiana. Esto es lo que hay.
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